Una de las prácticas que usan muchos fabricantes de software, de todo tipo, desde pequeños a grandes, desde los que fabrican software «final» (Ej. ERP’s) hasta los que fabrican software base (Ej. Servidores de aplicaciones) es «dejar usar su producto» sin ejercer mucha presión por el pago, hasta que saben que su producto se ha hecho, de alguna manera, «imprescindible» para el cliente.
No sé hasta que punto esto es lícito, desde mi punto de vista no lo es mucho, pero que se hace … de ello doy fe. Supongo que entrará dentro del modelo de negocio de estas compañías, y que asumirán las primeras «perdidas«, como gasto de marketing, pues realmente el echo es que es eso, marketing para dar a conocer el producto.
Entonces, ¿ quién tiene la culpa en estas situaciones ? ¿ el fabricante ? ¿ el cliente ? Esta claro que un responsable muy evidente es el fabricante, pero claramente su interés principal cuando se abre una «nueva cuenta» no es cobrar «ya», sino más bien dar a conocer el producto y «meterlo» a toda costa en el cliente. El cliente, evidentemente, mientras pueda retrasar el pago, sin intereses añadidos, lo va a hacer.
En organizaciones pequeñas estas situaciones suelen estar algo más sobre control, pero en grandes organizaciones el problema se agrava pues es típico que quien decide introducir el producto, no sea la persona/personas que posteriormente lo van a utilizar, y estos últimos suelen tener escasa información, cuando no es nula, sobre los «temas económicos» relacionados con los productos.
El problema tiene un fácil solución … acordar siempre antes de usar «productos prestados para prueba», licencias temporales, etc, el precio y el momento de pago. Esto hará que las sorpresas sean menores y menos dolorosas.